"Abrazo el modelo holístico del ser humano e integro la indivisibilidad de la parte estructural, emocional y visceral".

Me sentí atraída por el maravilloso mundo de la fascia. Con la inducción miofascial y más concretamente con la liberación somatoemocional, comencé a entender e integrar cómo el cuerpo físico es susceptible de grandes cambios consecuentes de bloqueos no sólo estructurales u orgánicos sino también emocionales.

 

A partir de ahí, mi propio recorrido vital me ha ido marcando el modo y el ritmo de trabajo. La calidad del contacto y la manera de acercarme al paciente ha cambiado. Mi trabajo es más sutil, teniendo una gran base en la terapia craneosacral, la biodinámica y la bioescucha.

 

A la vez este trabajo se nutre de la formación y experiencia en kinesiología aplicada y holística, par biomagnético, homeopatía, nutrición, flores de Bach, Flowmotion… siendo mi gran pasión la terapia manual pediátrica y mi curiosidad por el movimiento, inagotable.

 

Muchos años han pasado ya desde que la primera persona confió en mí y me permitió ser parte de su proceso curativo. Muy feliz de seguir al servicio y muy honrada de la gran acogida recibida en este proyecto.